JAVIER BERTUCCI, Estableciendo un Muro de Oración

El domingo 6 de Junio se realizó el acostumbrado servicio de oración y predicación, el cual se inició con una adoración sublime a Dios por parte de toda la congregación presente. La predicación estuvo a cargo del Pastor Javier Bertucci, enseñando a la Iglesia la importancia de establecer un muro de oración a través de la intercesión en sus vidas.

Todo intercesor o creyente debe entender que su vida no es una isla; está ligada a lo que sucede en el mundo entero. Nadie puede pretender estar aislado en el evangelio, eres la luz del mundo. Estás obligado afectar y a leudar el mundo con el evangelio de Jesús. Debes presentarte delante de Dios en contra del diablo, a favor de los hombres. Es tu responsabilidad solicitar misericordia en la tierra.

Hay personas que viven en un mundo pequeño, individualista y egoísta. Nunca en su oración van más allá de sus necesidades personales, porque su visión es más pequeña que su mundo. Hasta que la Iglesia no salga de su pequeño mundo no va a poder leudar la sociedad, no podrá hacer la obra del Reino. Es necesario despertar a la Iglesia. Jesús tuvo que dejar su mundo para ayudar al necesitado; Es necesario que tú también lo hagas.

Muchas iglesias están haciendo un programa con inteligencia, pero sin Dios. El mover muchas personas en un espectáculo no indica que ahí está el Reino de Dios. El Espíritu Santo está preocupado porque la Iglesia no quiere avanzar hacia una confrontación contra Satanás. Para esto Dios te quiere formar; para tener carácter espiritual frente al diablo, no para hacer una gran Iglesia sino para desafiar a Satanás. Nadie puede salir de su propio mundo sin orar.

Quien ora sube y ve de allí lo que Dios quiere que tú hagas. Jesús siendo el hijo de Dios oro, porque tuvo un cuerpo de carne, todo aquel que tienes un cuerpo de carne debe orar. Puedes asistir a todo los cultos y no tener una relación con Dios desarrollada. Pídele a Dios que te enseñe a relacionarte con Él, Anhela una relación con Jesús.

Mateo 26: 36

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.

Una persona que tiene una relación con Dios, nunca puede impartir su relación a otra persona. Nadie puede enseñarte a tener una amistad con Dios, sólo el Espíritu Santo. Tú problema es pensar que puedes vivir sin orar. Hay persona que no oran si no tienen personas acompañándoles.

Orar no es una disciplina evangélica; es la única vía para relacionarte con Dios. Tú mides cuanto conoces a una persona, no por cuanto sabes de ella sino por el tiempo que pasas relacionándote con ella. No es una mecánica, es establecer algo con Dios más fuerte que un momento de emoción. La prioridad en tu vida debe ser conocer a Jesús por medio de la oración.

Todo aquel que quiera relacionarse con Dios tiene que aprender a relacionarse solo con Dios. Cuando oras no lo haces para impresionar a nadie sino para relacionarse con Dios. El que quiere conocer a Dios tiene que orar y tomar responsabilidades. Dios está esperando que te vistas de Su armadura y te comportes como un hijo de Él. Sólo Dios puede sacarte del lugar donde estás.

Conocer a Dios es una actitud individual, que sólo lo puede hacer aquel que quiere conocerle en verdad, no lo podrás hacer por las experiencia de otros. Hasta que no busques a Dios no habrá una intervención del Cielo. El primero que tiene que venir a la presencia de Dios es el que necesita un milagro. Conocer a Dios es una actitud de coraje santo, de decir que no vas a dejar de orar hasta que no tengas una intervención divina.

Marcos 26: 38

Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

Nadie podrá hacer la voluntad de Dios sin orar primero. Mientras estés orando no trates de imponer tu voluntad. La voluntad de Dios no se obliga; esta es agradable y perfecta. El que vive para darle placer a Dios, ama lo que Dios ama y hará lo que Él quiere. Hay muchos que quieren la gloria de Jesús sin tomar la copa que un día el tuvo que tomar. Tú tienes una copa que tomar, como Jesús un día lo hizo. El nivel más puro para un creyente es cuando renuncia a su deseo para hacer el de Dios. Un creyente tiene el poder de colocar al infierno de rodilla; al instante que hace la voluntad de Dios.

Conocerás realmente a Dios a través de un muro de oración levantado a tu alrededor. A través de esto que podrás soportar la soledad y la persecución. Mientras más te acercas a Dios más se alejaran de ti las personas que están a tu alrededor. Jesús no se rodeó de los hombres más espirituales; sus discípulos tenían muchas debilidades. Buscar a Dios no indica que te alejes de tus hermanos y te conviertas en un intolerable con los más débiles. Cada uno debe buscar a Dios con un deseo primordial, no debe haber algo más importante que conocerlo a Él. Cuando conoces a Jesús ya no vives para una organización o religión; vives para Dios, para agradarle.

Colosenses 4: 2-3

Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;

Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,

Una oración perseverante por conocer a Dios va a desencadenar una serie de hechos sobrenaturales en tu vida. Tienes que conocer a Dios. Cuando Dios escoge una persona para hacer una labor le da una gracia y un favor especial. Dios cumple su palabra, porque Él es su palabra. La oración es un taladró que está buscando el agua de vida para el mundo entero.

El que ora penetra hasta que consigue la mejor agua, la saca y se la da a los sedientos. Jesús está esperando a personas de carácter en el horno de fuego para ayudarlos y hacerles saber que Él es Dios. Personas que conocen a Dios se esforzarán. Los que conocen a Dios pueden acercarse a Él como nadie más. Tienen el poder de mover su corazón. Cuando conoces a Jesús realmente no lo amas por lo que te da, lo amas por Su Gloria. Su Gloria no son sus cosas, son sus atributos, lo que es. Cuando lo conoces te acercas a su corazón. No hay nada mejor que conocer a Jesús.

La Biblia nombra a tres hermanos; Martha, María y Lázaro, los cuales crearon una relación con Jesús fuerte. Se acercaron a Jesús para conocerle, más que lo beneficios que podían obtener, porque le amaban. No creas que por servir a Dios estas excepto de buscar de Él. No necesitas afanarte tanto en las responsabilidades de la vida aun en las cristianas.

Juan 11: 20-21

Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa.

Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.

El que conoce a Jesús tiene el poder de conmoverle. Tienes que conocerle más a través de la oración. Jesús lloró y se conmovió porque realmente amaba a estos hermanos, ellos le conocían a Él.

Juan 11: 35-36

Jesús lloró.

Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.

Tienes que anhelar que Jesús te ame, antes que te de cosas y la única forma de que esto pase, es que le conozcas a Él. Tienes que ir más allá de una oración vacía y hueca por tus necesidades. Tienes que despertar un movimiento de amor en tu vida, hacer lo que Dios quiere. No te puedes mover en otra línea, que no sea el amor de Dios; que sobrepasa todo entendimiento. Tú has sido un bendecido de Dios, por haber sido tocado por su amor. No esperes más nada sólo espéralo a Él.